La composición del mural consiste en una conjunto de elementos sobre el proceso histórico de la ciencia y su evolución. Representando en cada panel diferentes momentos y personajes que han aportado conocimientos significativos al entendimiento humano de nuestro entorno y nuestra naturaleza en diferentes etapas y culminando con la ciencia como herramienta en pro de la humanidad.
La primera parte (de derecha a izquierda) retoma las culturas prehispánicas que nos legaron sus conocimientos sobre los astros y la herbolaria. Seguido del segundo panel en donde encontramos a los primeros filósofos y científicos occidentales. En el panel del fondo (3) vemos una simbiosis entre el mundo macro de los cuerpos celestes, el espacio y el mundo micro como las neuronas, parte del cerebro y el átomo. El cuarto panel es el clímax de la historia del conocimiento, el ego del humano sublevado por todo ese conocimiento y poder, causando catástrofes. Lo siguiente es ya un conjunto de científicos más contemporáneos que aportan sus conocimientos y descubrimientos para beneficio de la humanidad. En la parte de arriba vemos una supernova, como alegoría del asombro y capacidad del ser humano de descubrir y ser consciente de su entorno.
Por último se agrupan elementos y personajes que van hacia las ciencias naturales como la medicina, que contribuyen a una mejor calidad de vida del ser humano, finalizando con símbolos que nos identifican y nos unen como nación.